Las cosas que me gustan
Casi todas las personas que conozco, saben muy bien qué quieren. No estoy hablando de esa enorme pregunta acerca de la vida, de esa en la que nos preguntamos sobre el futuro. Si así fuera, creo que sería al contrario, muy pocos sabrían qué responder.
Hablo de cosas sencillas, vanas. Como saber qué quieren comer, en cuál restaurante, qué camisa comprar o ponerse, en qué bar se tomarán la cerveza del viernes, etc.
También es fácil que la mayoría de las personas resuelvan muy bien, todo aquello que no les gusta. Incluso a veces es más sencillo salir de lo que no les gusta, para resolver lo que si les gusta o lo que quieren.
Y a diferencia de la mayoría de la gente, muy pocas veces sé qué elegir. Les aseguro que soy una persona indecisa. En ocasiones, resuelvo bien lo de lo que no me gusta. Pero lo que sí quiero o lo que sí me gusta, definitivamente no. Lo importante lo resuelvo más rápido, por la cosa de que es más urgente, necesario y muchas veces no hay tiempo y toca tomar la decisión, así sin pensarlo mucho. Pero las cosas sencillas de la vida me cuestan. No porque las piense mucho. Creo que la verdad, es que no me importa sentar mi punto de vista. Casi todo me da lo mismo, pero eso irrita a los que me acompañan. Los entiendo, pero es así, me da lo mismo.
Preguntas como: y qué hacemos, nos quedamos o nos vamos, qué comemos, en qué restaurante, qué película. Sólo tienen en la mayoría de las veces, una respuesta. Lo que vos querás.
Lo siento, pero así soy. Y sé que es horrible.
Pensando en todo esto, he decidido hacer una lista con las cosas que sí me gustan, que sí quiero hacer, las cosas de las que siempre obtendrán una respuesta concreta. Aquí van:
Dormirme tarde y no tener que madrugar. Caminar sin rumbo y poder parar en todos los lugares que me gustan. La comida italiana. El helado de vainilla. Hacer visita. Tomar café negro. Los perfumes. Viajar. Conocer México. La comida picante. El sonido del viento en los árboles. El viento. El verano. Una buena conversación. No tener que hablar de lo que no quiero. Escribir. Ver televisión. Leer. Aprender. Ver a mis seres queridos felices. Las frutas. Las tortas. Las galletas. Despertar sin despertador. La música. Las mariposas. Los colobries. Los colores. Querer.
A todo esto doy un sí rotundo.
Hablo de cosas sencillas, vanas. Como saber qué quieren comer, en cuál restaurante, qué camisa comprar o ponerse, en qué bar se tomarán la cerveza del viernes, etc.
También es fácil que la mayoría de las personas resuelvan muy bien, todo aquello que no les gusta. Incluso a veces es más sencillo salir de lo que no les gusta, para resolver lo que si les gusta o lo que quieren.
Y a diferencia de la mayoría de la gente, muy pocas veces sé qué elegir. Les aseguro que soy una persona indecisa. En ocasiones, resuelvo bien lo de lo que no me gusta. Pero lo que sí quiero o lo que sí me gusta, definitivamente no. Lo importante lo resuelvo más rápido, por la cosa de que es más urgente, necesario y muchas veces no hay tiempo y toca tomar la decisión, así sin pensarlo mucho. Pero las cosas sencillas de la vida me cuestan. No porque las piense mucho. Creo que la verdad, es que no me importa sentar mi punto de vista. Casi todo me da lo mismo, pero eso irrita a los que me acompañan. Los entiendo, pero es así, me da lo mismo.
Preguntas como: y qué hacemos, nos quedamos o nos vamos, qué comemos, en qué restaurante, qué película. Sólo tienen en la mayoría de las veces, una respuesta. Lo que vos querás.
Lo siento, pero así soy. Y sé que es horrible.
Pensando en todo esto, he decidido hacer una lista con las cosas que sí me gustan, que sí quiero hacer, las cosas de las que siempre obtendrán una respuesta concreta. Aquí van:
Dormirme tarde y no tener que madrugar. Caminar sin rumbo y poder parar en todos los lugares que me gustan. La comida italiana. El helado de vainilla. Hacer visita. Tomar café negro. Los perfumes. Viajar. Conocer México. La comida picante. El sonido del viento en los árboles. El viento. El verano. Una buena conversación. No tener que hablar de lo que no quiero. Escribir. Ver televisión. Leer. Aprender. Ver a mis seres queridos felices. Las frutas. Las tortas. Las galletas. Despertar sin despertador. La música. Las mariposas. Los colobries. Los colores. Querer.
A todo esto doy un sí rotundo.
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