Mis palabras, tus palabras.

Mis poemas llegan como pájaros traídos por el aire que respiro cualquier día, nada particular, a veces todo personal. 
Léelos, bébelos, compártelos, hazlos tuyos.  


LO QUE PRESUMO
Tengo esta vida vacía, 
esta temporada de la que soy protagonista 
y que no termina nunca.
Tengo este cuerpo lleno de trincheras 
y canciones con el que me arriesgo a bailar tu canción.
Tengo estos pies hacedores de tormentas, 
beneficiarios de caminos. 
Tengo esta alma cansada de llorar lo ido, 
que teme a tu suerte y a la mirada perdida.
Tengo muchos versos guardados, 
un boleto de lotería y unos cuantos amigos 
fracasados con los que puedo conversar.
Tengo tus manos que me buscan en la noche,
ninguna promesa,
todo el amor.

NO SOY ASÍ
No me conformo fácilmente,
no soy de las que se arrodillan a esperar que el mundo
se les venga encima.
Escupo lo que no sabe bien,
me limpio el alma de la mierda que se va pegando.
Es verdad que a veces me vengo a menos,
me desmenuzo con circunstancias insanas,
pero no me dejo arruinar.
Me vanaglorio de salir a flote,
de ocuparme de los inviernos.
Martillo mi cabeza las veces que lo requiera,
y amordazo la piel
para que no se pierda en cuartos oscuros.
El inventario de cicatrices es grande,
muchas despedidas,
muchas lágrimas.
Y aún así,
seguiré caminando hasta que la Parca se vuelva mi amiga.

TESOROS
A veces se guardan tesoros en sitios inesperados,
la mayoría de estos se olvidan y quedan quizá
para alguna persona esculcona y metiche, 
que probablemente no le dará el valor que tiene
o le encontrarán uno tan grande que te parecerá
irrisorio.
Hace días guardé algo,
una pequeña cosita muy importante para mí.
Y que sé que tú valorarás cuando la encuentres,
ya que andas por ahí metiendo la mano,
fisgoneando
en el lado el corazón
que toda la vida ha llevado tu nombre.

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