PARA CORAZONES ROTOS


LO QUE HAY
Hay una esperanza voraz de carne.
Un infinito cielo que solo quiere que seamos menos divinos,
un camino solitario en el que amanece más temprano.
Hay un vínculo perdido que no tiene vuelta atrás.
Una ventana que le exige al pasado dominio perfecto del olvido,
un circuito para pies descalzos,
unas escaleras sin retorno.
Hay un espalda que denota saliva y no quiere darse.
Una palabra por decir,
un desierto perdido,
una mujer que no sabe nada y le teme a los años.
Hay un tal vez que trae esperanza y que no termina con este poema.

MUJER
que camina hacia adentro
que le roba a escondidas pasos al tiempo
para ponérselos como flores en el pelo.
Experta en horizontes oscuros y lluviosos 
en los que de vez en vez se asoma un abanico colorido para exhibirse en el vientre.
Pasajera destronada y superflua que araña
del cansancio todo el amor
para que no se pierda en las caídas.
Mujer
que camina hacia adentro,
con pasos errantes y torpes
mirada soleada que despierta lombrices
de la tierra.
De esas que busca palabras en las piedras para armar versos que vestirán a los amantes.
Mujer
que camina hacia adentro
pese a su solitaria alma,
que se niega a cerrar la puerta en la noche
y la ventana los domingos porque
no le teme a los hombres.
Mujer
que camina hacia adentro
apresurada, taciturna y lejana.
De pasos como gotas de vino
que se pierden entre las estrellas,
algunas sábanas y todas las nubes.

RESUMEN
Soy una fiel perdedora de batallas.
Me llevo a casa las verdades de todos,
nunca la mejor parte. 
Pertenezco al compendio de infelices
que siguen viviendo a pesar de la inmundicia
que les ha caído encima.
Soy una mujer mísera a la que no le brilla el pelo
y camina sola en la noche
buscando compañía entre los espantos.
Andariega de profesión,
mentirosa desde los genes.
Abanico cada caricia
y la guardo hasta que tiene raíces.
No sé buscar complementos ni mitades,
sí esperar unos ojos que lleguen hasta el alma
y sepan entender lo que dice el desayuno en las mañanas.

Comentarios

Entradas populares