MUJER VAGABUNDA

Soy una mujer vagabunda. Siempre lo he sido. 

Me gusta la vida de calle, los amigos, las cantinas. 

Me gusta leer en cualquier parte.

La calle es la banda sonara perfecta de las palabras que se asoman por mi vida.

Me gusta vagar para encontrar historias o algún verso tirado 

por un amante solitario o un viejo huérfano de sueños. 

En las rendijas de las paredes muertas 

encuentro el sentido de la noche.

Soy una mujer vagabunda, sucia, ridícula. 

Tengo en las uñas un barco atado

que zarpa cada tanto a recorrer los charcos mugrosos que dejan las tempestades. 

Me gusta soltar amarras, apagar velas, 

y pintarme los labios de rojo.

Soy un gallinazo que busca entre la basura algo para contar,

una metáfora abandonada que otro no encontró bella. 

Bato las negras alas para espantar el olvido 

que inevitablemente me llega a bocanadas

Soy una pasajera, una andariega, 

una vividora, 

una acompañada que siempre esta sola,

una amorosa, una perdida, una poeta

una vagabunda.