MANUAL DE CANCIONES PARA MORIR (Un intento de libro de cuentos)

 

 Con Manual de canciones para morir,  me abro al maravilloso mundo del relato con un estilo que siento cada vez más propio, mas intenso. Quiero que la narración transcurra con simple elegancia y que le permita al lector fluir entre mis personajes y descripciones. Me atrevería a hablar que el estilo que busco con ansias se acerca al minimalismo cuya belleza depende de la economía de elementos que lo componen y que permiten no necesariamente un facilismo en la lectura. Paradójicamente, me enfrento a temas de calle, de vidas poco fáciles  que permiten la placidez de sumergirse en aguas turbias y un poco turbulentas.

Manual de canciones para morir está lleno de historias que perfectamente y dado que llevo años caminando por  versos y lirismo, podrían ser un playlist de canciones con melodías variadas que como una especie de banda sonora que acompañarán a los lectores en un paseo por la ciudad, por lugares poco transitados, oscuros, malolientes y bellamente conformados de historias y personajes para narrar. Y eso de morir, tal vez sea metáfora o no. 

Estas historias cortas, en su mayoría, muestran situaciones tocan temas psicológicos y sociales, que pintan la realidad del mundo que me ha tocado vivir, en ese contexto duro y aciago de esta ciudad entre montañas.  Son construcciones que recorren del cemento y se insertan en la piel para descubrir que hay más allá del simple trasegar. Cuentos que exploran sin ninguna pretensión de qué estamos hechos. En su mayoría las protagonistas son mujeres que llevan consigo la carga de serlo y se enfrentan al mundo con toda la artillería que el entorno ha permitido o que la dura realidad le ha posibilitado como herramientas. 

Es un libro que sigue en construcción, una exploración diaria de vida , de calle, de viajes en moto, de recorrer este país de paisajes impresionantes, cultura invaluable y miseria que hiere constantemente. Un trasegar constante para encontrar personajes que me abran al encuentro de historias que me hablen en la piel para luego buscar la forma de traducirlas al papel. Canciones que espero bailar en algún momento con todos ustedes.